LA NOCHE DE LAS VELITAS

Ahora que mi primera novela tiene título y está en la fase de revisión, creo que veo la luz al final del túnel. 

Esa metáfora tal vez está mal empleada, porque en ningún momento he tenido la duda que acabaría publicándola. Soy terca como una mula y nací con estrella, por eso siempre he tenido el convencimiento que tarde o temprano mi novela estará en las manos de miles de lectores, solo me queda esperar que sea del agrado de todos ustedes y disfruten de su lectura tanto o más de lo que yo he disfrutado escribiéndola.

La noche de las velitas es la historia de Laura, una quinceañera a la que el 7 de diciembre de 1986 su vida le da un giro de 180º cuando Arturo su padre alcohólico, echa de la casa a su mamá, y esta se ve obligada a mudarse a la ciudad de Medellín en compañía de sus hijos. Laura, al cambiar su situación económica, se verá enfrentada al dilema de aceptar sus actuales circunstancias, o hacer lo que sea necesario para mantener el nivel adquisitivo al que estaba acostumbrada.

Mi novela está ambientada en la época convulsa de Medellín cuando la ciudad se llenó de sombras, opacando esquinas, cuadras y barrios. La oscuridad del narcotráfico corrompió casi todos nuestros rincones: fiestas familiares y bares, colegios, empresas, fuerza pública, políticos, jueces, palabras y hasta la conciencia. Lo que compramos, vendemos, consumimos… y hasta lo que vemos. Sufrimos la muerte como herramienta de guerra, empleo, negocio y mercancía, en manos de narcotraficantes, sicarios, milicianos, policías, bandas, autodefensas. A finales de la década de los ochenta no se sabía quién era quién, nos inundamos de silencio, dinero “fácil” y desazón. Ese es el ambiente en el que Laura tuvo que aprender a moverse.

 

2 comentarios en “LA NOCHE DE LAS VELITAS”

  1. Marta Inés Salcedo

    Si que te acompañó en aquellas sombras pues tuve la bendición de conocer medellín de vuelta de mi luna de miel en San Andrés Islas, y volver justo seis años después con tres retoños y justo el paseíto Bogotá Medellín fue en Diciembre ver el río Medellín y sus luces, la avenida la playa y comer en la calle con ese amor de sus gentes paisas. Y recuerdo cuánto susto pasamos ver al lado del camino a gente armada, y la triste historia que la gente sentía que ya no daba más la ciudad con narcos. Pero, yo siempre quiero volver. Un abrazo y no siempre el día de velitas fue alegría y fiesta, eso te lo contaré otro día. Exitos en tu novela, triste y costumbrista, creo que lloraré cuando lea » La noche de las velitas»

    1. Marta por suerte esa época tan dura de los carteles del narcotráfico parece que quedó atrás, o eso me lo pareció en esta reciente visita. El alumbrado navideño estaba inspirado en la película Encanto, una maravilla, cada año se superan con las luces y el decorado.
      Mi novela tiene pasajes duros, no te lo voy a negar, pero también encontrarás algunos que pueden sacarte una sonrisa, o eso espero.
      Que ganas de que tengas en tus manos «La noche de las velitas».
      Un fuerte abrazo y gracias por pasarte, vuelve cuando quieras.

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